Written in 1. Spanish and 2. English
1.
Como algunos saben cada vez está más cerca el viaje de misiones a Guatemala, y creo que es importante para mí en estos momentos mirar hacia atrás y recorrer el camino que me ha traído hasta aquí. Ha sido un camino algo largo y difícil en momentos, pero muy valioso para mi vida y mi caminar con Dios, y quisiera compartirlo con ustedes.
La historia creo que puedo decir que empieza en mis años en la universidad. Unos amigos y yo teníamos el anhelo de ser luz en la universidad en la cual estudiábamos y deseábamos poder impactar de manera positiva a algunos de los estudiantes compartiéndoles acerca de Jesús, entonces empezamos a preparar reuniones en uno de los salones de clases de la universidad para poder compartirles de Jesús allí en el campus. Después de haber empezado con nuestras reuniones allí en la universidad tuvimos la oportunidad de conocer un grupo de misioneros que habían venido acá a Ecuador para servir precisamente con enfoque en estudiantes universitarios, y al conocerlos tomamos la decisión de trabajar junto a ellos en esto. Sin duda fue una bendición conocerlos, teníamos mucho que aprender de ellos y de su experiencia, y sabíamos en nuestros corazones que Dios los había puesto en nuestro camino de una manera perfecta para lo que nos encontrábamos haciendo.
Ya sirviendo junto a ellos fue cuando por primera vez empecé a sentir en mi corazón el anhelo e inquietud por el trabajo de misiones, considerando inclusive dedicarme a eso como mi trabajo regular ya terminando la universidad, pero sabía que tomar esa decisión no era un camino fácil y no sabía si Dios lo quería para mí o no, o si era el momento para aquello, entonces decidí esperar a alguna especie de confirmación de parte de Dios con respecto a eso.
Finalmente me gradué de la universidad y una oportunidad de trabajo en una empresa surgió y decidí tomarla y seguir esa dirección, y dejé el asunto del trabajo en misiones para algún otro momento quizás.
Durante mis años trabajando seguí caminando con el Señor y tratando de ser luz como pudiera allí en la empresa donde me encontraba trabajando, y con mi iglesia local de aquel entonces estuve sirviendo con reuniones de grupos en casa con el objetivo de compartir de Jesús y Sus palabras a otros por medio de esas reuniones. Durante ese tiempo mi corazón en momentos se inquietaba y se preguntaba si el trabajo de misiones fuera de mi país era algo que Dios podría querer para mí, y aunque seguía adelante con mi vida, esa inquietud y anhelo volvía cada cierto tiempo. Yo sabía en el fondo de mi corazón que perseguir hacer trabajo de misiones fuera de mi país era algo demasiado grande y desafiante para mí, lo veía como algo imposible, y me costaba creer que Dios podría quererlo para mí, entonces seguí esperando algún tipo de confirmación de Dios con respecto a eso.
El punto de quiebre llegó finalmente en el 2019, cada vez sentía más fuerte en mi corazón que el lugar en donde estaba ya no era para mí, y que Dios podría querer algo distinto para mi vida. En noviembre 2019 hubo la visita de un grupo de misioneros a la iglesia local de la cual yo formaba parte y otra vez todo el asunto de las misiones volvió a inquietar fuertemente mi corazón. Recuerdo que al final de estas conferencias me acerqué a hablar con dos de los misioneros, ellos oraron por mí y recuerdo que uno de ellos entre las cosas que me decía me invitó a atreverme a soñar con Dios. Después regresé a casa y recuerdo que aquella noche mi corazón se quebró profundamente por aquello.
Después de eso seguí meditando al respecto y seguía sintiendo fuertemente en mi corazón que Dios podría querer algo distinto para mí para este tiempo, y sentía que Él estaba guiando mi vida a una nueva dirección y nuevas cosas para mí, y que Él continuaba hablándome al respecto. Con todo esto sentía que necesitaba algún tipo de pausa en mi vida para descubrir con Dios aquella nueva dirección para mi vida y nuevas cosas que Él quería para mí, pues sabía que el ritmo de vida que llevaba no me lo permitiría, y entonces empecé a considerar la opción de renunciar a mi trabajo actual. No fue una decisión fácil, lo pensé mucho, oré al respecto, y lo hablé con mi familia también.
En enero 2020 empecé a asistir a algunas reuniones de una organización cristiana que trabajaba con enfoque en misiones, y bueno en una de estas reuniones recibí una pequeña tarjeta con una cita bíblica que decía:
Anda, y haz todo lo que está en tu corazón, porque Jehová está contigo. (2 Samuel 7:3)
Para mí eso fue como una palabra más de parte de Dios a hacer aquello que había estado en mi corazón en los últimos meses. Seguí orando, y finalmente decidí poner la renuncia en mi trabajo y tomarme un tiempo con Dios para descubrir qué era aquello nuevo que Él quería y tenía para mí, todo esto a inicios del 2020.
Despúes que tomé la decisión de poner la renuncia en mi trabajo y terminó mi tiempo de trabajo allí, inmediatamente la pandemia del Covid 19 golpeó al mundo, y con eso las cosas cambiaron mucho para mí, pero Dios usó el tiempo de confinamiento y de pandemia que vivíamos en aquel entonces para encender mi corazón por el trabajo de misiones otra vez, y finalmente fue allí cuando tomé la decisión de darle una oportunidad en mi vida al trabajo de misiones fuera de mi país por medio de un viaje de misiones al exterior.
Recuerdo que en una ocasión estaba orando durante el tiempo de confinamiento y le pedía a Dios que encendiera mi corazón por sus sueños conmigo y que soñáramos juntos, y las misiones empezaron a sonar fuerte en mi corazón otra vez, y es así que tomé la decisión de perseguir aquello. Y hoy que miro atrás no me sorprende que al pedirle a Dios que soñáramos juntos Él encendiera mi corazón por el trabajo de misiones nuevamente, pues en el corazón de Dios siempre han estado y estarán las personas de este mundo, de cada pueblo, lengua y nación; este mundo a quien Él ama profundamente y por quien entregó todo, y por ese mismo amor Él nos llama constantemente a que donde sea que estemos o vayamos podamos ser Sus manos y pies para ayudar y bendecir a otros en Su Nombre y traer gloria a Su Nombre, y que podamos compartir con otros de todo lo bueno, hermoso, extremadamente valioso, e incomparable que hemos hallado en Él.
Una vez que tomé la decisión de hacer este viaje misiones empecé a orar al respecto, comunicar la decisión a mi familia, y a buscar opciones de organizaciones con quienes podría realizar un viaje de misiones a corto plazo. Y fue así que dos organizaciones quedaron finalmente en mi decisión final, y entre ellas Adventures In Missions.
Inicialmente decidí optar por la otra organización por ciertas razones que me parecieron sensatas en aquel momento, pero al intentar hacer un viaje de misiones al exterior con esta otra organización no pude lograrlo tras varios intentos debido al levantamiento de fondos, y es así que a mediados del 2022 había decidido dejar todo el asunto de misiones a un lado o para más adelante si Dios así lo quería para mí en el futuro, pero seguía orando al respecto. Finalmente no se cómo pero recordé a Adventures y un nuevo programa que habían lanzado hace poco con World Race, entonces decidí hacer un último intento pero esta vez con Adventures In Missions y este nuevo programa que habían lanzado, y bueno es en eso en lo cual sigo caminando hasta el día de hoy, y ahorita me encuentro haciendo un último intento con ellos para un viaje de misiones a Guatemala como saben, y estoy confiando en Dios por aquello.
Desde que tomé la decisión de darle una oportunidad en mi vida al trabajo de misiones fuera de mi país el camino no ha sido fácil. Fue una decisión tomada en tiempo dificiles y complicados como fue la pandemia, y han habido obstaculos y varios momentos dificiles en el camino, y han habido momentos en los que he sentido que no puedo seguir intentandolo o perserverar en aquello, o que no tiene sentido seguir intentando porque quizás Dios no quiere esto para mí. Hay veces en las que he sentido que ya no tengo fuerzas en mi corazón para seguir intentando, pero en todo esto puedo decir que Dios siempre me ha sostenido, ha cuidado de mí, ha traído nuevas fuerzas, y me ha ayudado a perseverar y a seguir avanzando hacia esa dirección.
Solía pensar que cuando Dios te llama a algo o tiene un plan contigo que quiere llevar a cabo el camino es fácil y sin obstaculos, porque al fin y al cabo si Dios te llama, Dios quien todo lo puede, ¿por qué habría de ser complicado? Pero ese pensamiento ha estado completamente lejos de la verdad, ya que hay veces que Dios necesita llevarnos por un camino largo y dificil en su amor y sabiduría, y por propósitos muy especificos que van más allá de lo que podemos entender, pero siempre buenos sin duda.
He aprendido que Dios puede hacer muchas cosas hermosas, buenas, y poderosas en nuestras vidas por medio del dolor y los procesos difíciles, y ahora entiendo un poco mejor por qué Pablo decía que podemos tener por alegría cuando nos encontremos atravesando diversas pruebas, pues hay propósitos de Dios en aquello, propósitos buenos y para hacernos bien, y para hacer crecer Su buena obra en nosotros. Y no sólo hay propósitos buenos para con nosotros en aquello, sino también para con otros, ya que podemos ser de mayor ayuda y bendición a otros al haber atravesado ciertas pruebas, dificultades, o dolor.
Hay algo que siempre recuerdo cuando el camino se ha puesto difícil desde que tomé mi decisión de renunciar a mi trabajo y tomé la decisión de hacer este viaje de misiones, y son las palabras de alguien que una vez me dijo que no me sorprenda si el camino comienza a ponerse difícil y con obstáculos cuando decida dedicarme a los asuntos de Dios y de Su Reino, porque a veces así puede pasar y hay que perseverar. Cuando él lo dijo nunca pensé que esa sería mi historia en los años siguientes, y hoy creo que Dios habló a mi vida por medio de él, y cada vez que recuerdo esas palabras Dios trae ánimos y fuerzas a mi corazón, y recuerdo historias como las de David y José, que confirman que es verdad, no siempre cuando Dios tiene un sueño contigo o eres llamado por Él a algo el camino tiene que ser fácil. Estos dos hombres son la prueba de eso, y lo había olvidado. Muchas cosas y tiempo pasó desde que David fue ungido como nuevo rey de Israel por Samuel hasta que finalmente llegó a ser rey. Y así mismo, muchas cosas y tiempo pasó desde que José tuvo esos sueños hasta que se vieron cumplidos.
Entonces sí, los planes de Dios no son siempre un camino fácil y sin obstáculos, pero Dios es siempre Bueno y Fiel, Digno de nuestra confianza, y Poderoso para hacer lo imposible posible. Él siempre es nuestra fortaleza, consuelo, fuerzas nuevas y aliento cuando lo necesitamos. Y Él siempre está obrando para nuestro bien y está en control total de nuestras vidas, aún en las dificultades y dolor, y nunca permitirá que atravesemos algo más fuerte de lo que podemos soportar con Él. Él cuida de nosotros y nos ama en todo tiempo.
Y si hoy pudiera retroceder el tiempo y volver a lo que era antes, o quitar los años difíciles que he atravesado, creo que no lo haría, porque valoro mucho lo que Dios ha hecho en mí por medio de la dificultad y el dolor, y sé que de otra manera no sería quién hoy yo soy. Dios ha formado en los últimos años muchas cosas buenas y hermosas en mí; me ha enseñado cosas muy valiosas; me ha hecho crecer y dado libertad en varias áreas de mi vida; me ha permitido conocerlo de una manera más cercana y personal; y me ha bendecido de muchas otras diversas maneras. Entonces no, no cambiaría eso sin duda.
Y aún no se si finalmente este viaje de misiones se hará una realidad para mí o no, estoy confiando que Dios lo puede hacer posible pues nada hay imposible o difícil para Él, pero también hoy sé que si finalmente no se diera Él en eso estará obrando Sus planes de bien para mi vida y Sus buenos propósitos también, y sé que todo este camino no ha sido en vano o un fracaso, pues ha sido un camino de crecimiento, aprendizaje y libertad con Él. Él sabía que mi vida, mi corazón y mi alma necesitaban este tiempo y mucho, así que ¡gracias a Dios por estos últimos años y toda la gloria a Él!
Y para cerrar, me gustaría pedirles que por favor mantengan a Ecuador en sus oraciones. Mi país está sufriendo y sangra por el incremento de violencia y crimen organizado en el mismo. Familias están sufriendo, y la inseguridad y el miedo se hacen más fuertes. Por favor mantengan a Ecuador en sus oraciones, lo necesitamos y mucho. Gracias desde el fondo de mi corazón.
2.
As some of you know the mission trip to Guatemala is getting closer, and I think t’s important for me at this time to look back to the path that have brought me here. It’s been kind of a long path and difficult at times, but very valuable for my life and my walk with God, and I would like to share it with you.
I think the story begins in my years at the university. Some friends and I had the desire to be a light at the university where we studied and we wanted to impact in a positive way to some of the students by sharing with them about Jesus, so we began to prepare meetings in one of the classrooms of the university to share about Jesus there on campus. After we started the meetings at the university we had the opportunity to meet a group of missionaries who had come here to Ecuador to serve precisely with university students, so we made the decision to work alongside them on this. It was such a blessing to meet them, we had a lot to learn from them and their experience, and we knew in our hearts that God had placed them in our path with purpose.
After some time serving alongside these missionaries I began to feel in my heart the longing and interest for mission work, considering even dedicating myself to it as my regular job after finishing university, but I knew that making that decision wasn’t an easy path for me and I didn’t know if God really wanted it for me or not, or if it was the moment for me doing that, so I decided to wait for some kind of confirmation from God regarding that.
I finally graduated from university and a job opportunity with a company came up and I decided to take it and go in that direction, leaving the whole questioning about mission work for some other time perhaps.
During my years working I continued walking with the Lord and trying to be a light as I could there in the place where I was working. With my local church at that time I began to serve leading small bible study groups at home with the purpose of sharing Jesus and His words to others through those meetings. During that time my heart sometimes wondered if overseas mission work was something that God might want for me but I just kept moving forward with my life leaving this questioning and longing for some other time maybe, but every now and then I felt it again in my heart. I knew in my heart that pursuing overseas mission work was too big and challenging for me, I saw it as impossible, and it was just so hard for me to believe that God could want it for me, so I kept waiting for some kind of confirmation from God regarding that.
The breaking point finally came in 2019 when I began to feel more strongly in my heart that the place where I was it was no longer for me and that God might want something different for my life. In November 2019 there was a visit of a group of missionaries to the local church I was a part of and once again I began to feel the whole thing about missions strongly in my heart. I remember at the end of these conferences I went to talk to two of these missionaries and they prayed for me and one of them among the things she was telling me she invited me to dare to dream with God. Then I came home and I remember that night my heart broke so deeply because of it.
After that I kept meditating on it and feeling so strong in my heart that God might want something different for me for this time, and through many different ways I really felt like He was leading my life in a new direction and new things for me, and He continued speaking to me about it. With all that I felt like I really needed some kind of pause in my life to discover with God the new direction and new things He wanted for me and I knew that the pace of life I had at that time would not allow me to do that, so I began to consider the option of quitting my current job. It was not an easy decision, I thought about it a lot, prayed about it, and talked about it with my family as well.
In January 2020 I attended to some meetings of a christian organization which worked with focus on missions and in one of these meetings I received a small card with a bible verse that said:
Go, and do all that is in your heart, for the Lord is with you. (2 Samuel 7:3)
For me that was like one more word from God to do what had been on my heart in recent months. I kept praying, and finally decided to quit from my job and take some time with God to discover what was the new thing that He wanted and had for me, all of this at the beginning of 2020.
After I made the decision to quit from my job and my time there ended, the Covid 19 pandemic immediately hit the world and with that things changed a lot for me, however God used the time of confinement and pandemic that we were living at that time to ignite my heart for mission work again, and it was finally there that I made the decision to give an apportunity to overseas mission work in my life through an overseas mission trip.
I remember one time I was praying during the time of confinement and I asked God to ignite my heart for His dreams with me and to dream together, and missions began to sound strong in my heart again, and that is how I made the decision to pursue missions. And today that I look back I’m not surprised that when I asked God to dream together He ignited my heart for mission work again, because in God’s heart has always been the people of this world, people of every town, language and nation; this world whom He loves so deeply and for whom He gave everything, and because of that love He constantly calls us to be His hands and feet wherever we are or we go, helping and blessing others in His Name and bringing glory to His Name, and He calls us to share with others the good, beautiful, extremely valuable and incomparable treasure we have found in Him.
Once I made the decision to go on a mission trip I began to pray about it, communicate the decision to my family, and look for options in organizations with whom I could go on a short-term mission trip. Finally two organizations were in my final decision, and among them Adventures In Missions.
Initially I decided to go with the other organization for reasons that seemed sensible to me at that time, but after trying couple of times with this other organization I never made it to the mission trip I was planning with them due to fundraising. So in 2022 I had decided to put the whole mission thing aside or for later in the future if God wanted it that for me, but I kept praying about it. Finally I don’t know how but I remembered Adventures and a new program that they had launched recently with World Race, so I decided to make one last try but this time with Adventures In Missions and this new program they had launched, and well that’s what I’m doing right now as you know, I’m making one last try with them for a mission trip to Guatemala, and I’m trusting God for it.
Since I made the decision to give an opportunity in my life to overseas mission work, the path has not been easy. It was a decision I made in a difficult and complicated time like it was the pandemic and there have been obstacles and difficult moments along the way. There have been moments when I have felt that I can’t keep trying or persevering on it, or that there is no point in trying it because maybe God doesn’t want this for me. There are times when I have felt I have no longer the strength in my heart to keep trying, but in all of this I can say that God has always been faithful, He has taken care of me, He has brought new strength, and He has helped me to persevere and continue moving in that direction.
I used to think when God calls you to something or when He has a plan with you, the path is easy and with no obstacles, because after all if God calls you, God who can do everything, why should it be complicated? But that thought has been completely far from the truth since there are times when God needs to take us through a long and difficult path in His love and wisdom, and for very specific purposes that go beyond what we can understand, but always for good undoubtedly.
I have learned God can do many beautiful, good, and powerful things in our lives through pain and difficult processes, and now I understand a little better why Paul said that we can have joy when we find ourselves in different trials, because there are God’s purposes in that, good purposes and for our good, and to make His good work grow in us. And there are not only good purposes for us in that but also for others, since we can be of greater help and blessing to others when we’ve been through certain trials, difficulties, or pain.
There is something I’ve always remembered when things have gotten rough since I made the decision to quit my job and made the decision to go an overseas mission trip, and it is the words of someone who once told me that I shouldn’t be surprised if things begin to get difficult and with obstacles when I decide to dedicate myself to the things of God and His Kingdom because sometimes that can happen and we have to persevere. When he said it I never thought this would be my story in the next years and today I believe that God spoke to my life through him and every time I remember those words God brings encouragement and strength to my heart, and I remember stories like those of David and Joseph that confirm that it is true, not always when God has a dream with you or you are called by Him to something the path has to be easy. These two men are proof of that and I had forgotten. Many things and time passed from when David was anointed as the new king of Israel by Samuel until he finally became king. And likewise, many things and time passed since Joseph had those dreams until they were fulfilled.
So yes, God’s plans are not always an easy path with no obstacles, but God is always Good and Faithful, Worthy of our trust, and Powerful to make the impossible possible. He is always our strength, comfort, and encouragement when we need it. He is always working for our good and is in total control of our lives, even in difficulties and pain, and He will never let us to face something stronger than we can bear with Him. He cares for us and loves us at all times.
And if today I could turn back time and go back to what it was before or remove the difficult years I have lived I think I wouldn’t do it, because I value very much what God has done in me through difficulty and pain and I know that otherwise I would not be who I am today. God has formed many good and beautiful things in me in the last years; He has taught me very valuable things; He has made me grow and given me freedom in various areas of my life; He has gave me the opportunity to get to know Him in a closer and more personal way; and He has blessed me in many other different ways. So no, I wouldn’t change it for sure.
And I don’t know yet if this mission trip will finally come true for me or not, I’m trusting God can make it possible because nothing is impossible or too difficult for Him, but I also know today if in the end this mission trip doesn’t come true for me He’ll be working for my good in that as well and His good plans for my life and His good purposes will prevail. I know all this path has not been in vain or a failure because it has been a path of growth, learning, and freedom with Him, and He knew how my life, my heart and soul needed this time and needed a lot, so thank God for these last years and all glory to Him!
And to finish I would like to ask you to please keep Ecuador in your prayers. My country is bleeding and suffering because of the increase of violence and organized crime in it. Families are suffering and the insecurity and fear are getting stronger here. Please keeep Ecuador in your prayers, we really need it. Thank you from the bottom of my heart!