¡Que rápido se ha ido el tiempo! Ya estoy cerca de llegar al segundo mes de mi tiempo aquí en Guatemala y sólo puedo dar gracias a Dios por todo lo bueno que he estado viviendo en este tiempo.
Dios ha sido tan bueno y he podido ver Su mano de diversas maneras a lo largo de estos dos meses. He podido ver Su mano sobre mi vida, la vida de mis compañeros de servicio, y en especial Su mano sobre la hermosa gente de Guatemala.
Tantas historias tengo que compartir sin duda, pero las historias que quisiera compartir con ustedes hoy son dos que viví recientemente. En ambas historias puedo decir que pude ver el amor de Dios incansable por encontrarnos y abrazarnos.
Una de las historias se trata de una mujer a quien fuimos a visitar durante una jornada de visitas a casas que tuvimos. Esta mujer había intentado leer la biblia por algún tiempo pero no había podido entenderla, ni sabía por dónde empezar o cómo debería leerla, y cuando llegamos a su casa fue hermoso poder escucharla y conocerla, y enseñarle un poquito acerca de la biblia y cómo leerla. Ella estaba tan agradecida y contenta por nuestra visita y pudimos ver y sentir que con lo que le habíamos compartido se sentía mucho más segura y animada de poder leer la biblia. Oramos por ella y estamos confiando que el Señor seguirá mostrándose a su vida y dándose a conocer mucho más a ella, inclusive le ofrecimos volver a visitarla para seguir enseñándole acerca de la biblia y cómo leerla, y ella aseguró que le encantaría que podamos hacerlo. ¡Gloria a Dios por su amor y hermosa obra en la vida de esta mujer!
La otra historia que quisiera compartirles es de un hombre a quien conocimos en una cafetería y al empezar una conversación con él nos dimos cuenta de cómo el Señor había estado tocando a la puerta de su corazón ya en varias ocasiones, y una vez más quería hacerlo a través de nosotros. Le compartimos las buenas noticias de Jesús y oramos con él, y fue hermoso ver lo conmovido y abierto que estaba a todo lo que le compartíamos, y sentir el amor profundo de Dios hacia este hombre. Estamos confiando que esa conversación que tuvimos y tiempo de oración junto a él dará su fruto. ¡Gloria a Dios por su incansable amor que nos persigue y llama de maneras inesperadas y no nos deja!
Y hay más historias que podría compartirles, pero lo que puedo decir es que el Señor es bueno y que con su incansable amor nos persigue, y llama una y otra vez. No somos dignos de tal amor, pero nuestro Dios simplemente nos ama, y nos ama más allá de lo que podemos entender o imaginar.
También en estos dos meses hemos seguido trabajando con los niños de la aldea que les estuve compartiendo en el último blog, y ha sido hermoso el poder ser instrumentos en manos de Dios para bendecir a estos niños y amarlos.
¡Han sido dos meses llenos del amor, gracia, y bondad del Señor! ¡Gracias Señor!
¡Y gracias a ustedes por ser parte de esta aventura conmigo! ¡El Señor es bueno!
“Prueben y vean que el Señor es bueno; dichosos los que en él se refugian”
(Salmos 34:8)
Que hermoso! Me emociona saber lo que Dios está haciendo a través de ti! Y la gloria postrera será mejor que la primera💞💞🥹
Gracias Anita por tu cariño, y palabras de fe y ánimo! Amén a tus palabras! Él es bueno y fiel!
Jenni! Emocionada por seguir escuchando más historias de semillas del evangelio de Jesús esparcidas en los corazones de las personas Guatemaltecas. Dios definitivamente las ama. Gracias por hacernos partícipes de este honor en la misión de Dios para el mundo. Un abrazo fuerte! Te queremos mucho. Los Days.
Gracias por todo amigos, los amo! Gracias por desde un principio haber caminado junto a mí en esta aventura de fe junto al Señor! Y sí, definitivamente es un honor y privilegio el poder ser parte de la misión de Dios para el mundo. Un abrazo grande!