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(Written in 1. Spanish and 2. English)

1. Vivimos en un mundo cambiante, caótico, donde a veces las malas noticias abundan y pueden abrumarnos en gran manera. Un mundo donde la desesperanza y el desanimo pueden ganar fácilmente lugar en nuestros corazones si lo permitimos. Un mundo tan necesitado de buenas noticias y esperanza. La buena noticia es que en medio de todo este escenario, siempre hay una buena noticia y esperanza que permanecen vivas, y se llama Jesús. Él es la buena noticia en medio de toda situación o circunstancia, y Él es la esperanza viva y firme para nuestro corazón en todo tiempo.

Es verdad que vivimos en un mundo donde la maldad, el dolor o la dificultad se hacen presentes de diversas maneras, pero también hay cosas buenas y hermosas que Dios está haciendo todo el tiempo, ya sea en nuestras vidas, o a nuestro alrededor, o alrededor del mundo, y necesitamos aprender a mirarlas. Es tan importante elegir mirar a Dios, y a Su bondad y amor en todo tiempo, y pedirle que abra nuestros ojos a Su buena obra aquí en nuestras vidas y en el mundo, para alimentar así de animo y esperanza a nuestro corazón. Dios es realmente bueno y en Su bondad siempre está haciendo cosas buenas, inclusive cuando enfrentamos dificultad, dolor, o atravesamos por alguna prueba o desierto. Él está siempre con nosotros y por nosotros, obrando para nuestro bien y haciendo cosas realmente hermosas en nosotros. Aún en los escenarios más inesperados Dios puede hacer maravillas.

Jesús es la buena noticia que nadie jamás podrá quitarnos. Su amor y gracia, perdón de nuestros pecados, reconciliación con Dios, paternidad, vida eterna, salvación, libertad, redención, sanidad, un lugar seguro, y mucho más que hemos encontrado en Él, todo esto es algo que nada ni nadie puede cambiarlo o quitárnoslo, y en eso siempre podemos encontrar esperanza, ánimos y alegría. Jesús es nuestro tesoro, aquel tesoro que hace sonreír a nuestro corazón, y que nada ni nadie nos los puede quitar. ¡Gracias Jesús!

Toda buena dádiva y toda perfecta bendición descienden de lo alto, donde está el Padre que creó las lumbreras celestes, y quien no cambia ni se mueve como las sombras.
(Santiago 1:17)

Si por la noche hay llanto, por la mañana habrá gritos de alegría.
(Salmos 30:5)

Tenemos como firme y segura ancla del alma una esperanza que penetra hasta detrás de la cortina del santuario, hasta donde Jesús entró por nosotros para abrirnos camino, llegando a ser sumo sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec.
(Hebreos 6:19-20)

Por el gran amor del Señor no hemos sido consumidos y su compasión jamás se agota. Cada mañana se renuevan sus bondades; ¡muy grande es su fidelidad!.
(Lamentaciones 3:22-23)

 

2. We live in a changing, chaotic world, where sometimes bad news surrounds us and can greatly overwhelm us. A world where hopelessness and discouragement can easily gain a place in our hearts if we allow it. A world so in need of good news and hope. The good news is that in the midst of all this scenario there is always a hope that remains alive and his name is Jesus. He is the good news in the midst of every situation or circumstance, and He is the living and firm hope for our hearts at all times.

It is true that we live in a world where evil, pain or hard times are present in different ways, but there are also good and beautiful things that God is doing all the time whether in our lives, or around us, or around the world, and we need to learn to look at it. It is so important to choose to look at God and look to His goodness and love, and ask Him to open our eyes to His good work here in our lives and in the world, to give to our hearts encouragement and hope in all times. God is good and in His goodness He is always doing good things, even when we face difficulty, pain, or go through some trial or desert. He is always with us and for us, working for our good and doing truly beautiful things in us. Even in the most unexpected scenarios God can do wonders.

Jesus is the good news that no one can ever take away from us. His love and grace, forgiveness of our sins, reconciliation with God, fatherhood, eternal life, salvation, freedom, redemption, healing, a safe place, and so much more we have found in Him is something that no one or nothing could ever change it or take away from us and in that we can always find hope, encouragement and joy. Jesus is our treasure, that treasure that makes our hearts smile, and that nothing and no one can take away from us. Thank you Jesus!

Every good and perfect gift is from above, coming down from the Father of the heavenly lights, who does not change like shifting shadows.
(James 1:17)

Weeping may stay for the night, but rejoicing comes in the morning.
(Psalm 30:5)

We have this hope as an anchor for the soul, firm and secure. It enters the inner sanctuary behind the curtain, where our forerunner, Jesus, has entered on our behalf. He has become a high priest forever, in the order of Melchizedek.
(Hebrews 6:19-20)

Because of the Lord’s great love we are not consumed, for his compassions never fail. They are new every morning; great is your faithfulness.
(Lamentations 3:22-23)